Este artículo es parte de la Historia de la química
La Iatroquímica es el cambio que sufre la alquimia, que buscaba la transmutación al oro, para ahora buscar la cura a enfermedades. Luego de que la alquimia había sido vetada y perdía prestigio, los nuevos alquimistas empezaron a buscar un nuevo objetivo. Este objetivo era la búsqueda de la panacea, la sustancia que lo curaba todo.
La Iatroquímica inicia con el suizo, Teophrastus Bombastus von Hohenheimm (1493-1541), más conocido por su auto seudónimo Paracelso. Este nombre significa «mejor que Celso». ¿Quién era Celso? Celso fue un romano que escribió sobre medicina mucho antes que Paracelso. De esta manera retoman la alquimia, pero como objetivo la medicina.
La Iatroquímica enlaza la química con la medicina
Paracelso sostenía que la Iatroquímica tenía por interés el descubrimiento de medicinas que puedan curar enfermedades. En ese entonces las únicas formas conocidas de medicamentos eran de origen vegetal. No tuvo interés en la transmutación, pero aceptaba los cuatro elementos y los tres principios árabes (mercurio, azufre y sal). Paracelso tuvo muchos seguidores, incluso quinientos años después de su muerte. Aunque esto origino muchos hechos polémicos durante muchos años, los nuevos alquimistas empezaban a dejar de lado el misticismo para ser más claros y objetivos.
Se consideraba que el cuerpo humano era una mezcla de sustancias químicas y las enfermedades eran el resultado de un desbalance de estas. Por lo que la cura de cualquier enfermedad era posible de curar usando solamente este tipo de sustancias.
Con esto, los nuevos alquímicos comenzaron a obtener una variedad muy grande sustancias químicas que tuvieron mucho provecho. Por ejemplo, se obtuvo el ácido clorhídrico, tetracloruro de estaño y sulfato amónico. También describió la preparación del agua regia, que es una mezcla de ácidos nítrico y clorhídrico.
Años después, un químico alemán, Johann Rudolf Glauber (1604-1668), describe un método para obtener ácido clorhídrico mediante el uso de ácido sulfúrico y sal común. Por el cual se obtiene sulfato sódico, llamado también sal de Glauber. Esta sal luego se utilizaría como un laxante, y comercializada como una sal maravillosa y elixir de vida. Glauber se dedicó a fabricar esta sal y obtener ganancias con ella. Lo cual demuestra que la búsqueda del oro, que era el objetivo de la alquimia, llegaba a su fin.
La obtención de otras nuevas sustancias producía un valor en el mercado al darles un empleo adecuado. Esto es el golpe letal a la Iatroquímica y se da por finalizada en el siglo XVII, siglo en el cual renace con su nombre moderno de química.