Alquimia

Este artículo es parte de la Historia de la química

El nacimiento de la alquimia proviene de un arte llamado Khemeia en el antiguo Egipto y estaba vinculado a lo religioso y místico. Para entonces registraban sus conocimientos usando simbolismos como medida de protección. Así, relacionaron a los 7 planetas con los 7 metales conocidos: oro, plata, cobre, hierro, estaño, plomo y mercurio.

Bolos de Mendes, en el 200 a.C., dedicó su vida a buscar el secreto de la transmutación. La transmutación era la técnica que convertía un metal en otro, como el plomo o hierro en oro; a este arte se le llamó Khemeia.

Bolos indica en sus escritos la forma de obtener esto mediante una aleación de cobre y cinc. Hoy se le conoce como latón, pero por su color amarillento pudo ser considerado alguna rara forma de oro.

oro
Al inicio la alquimia busco obtener oro a partir de otros metales

En ese entonces, la idea que predominaba era que todas las sustancias están hechas de mezclas de los cuatro elementos. Y por consecuencia, era común pensar que mediante alguna técnica se podía transformar cualquier sustancia en otra sustancia.

Existe una enciclopedia de veintiocho volúmenes donde se encuentra el conocimiento hallado por la Khemeia en seis siglos, fue escrito por Zósimo en el 300 d.C. Lamentablemente hay muy poco conocimiento útil registrado en estos documentos. Solo algunas menciones a sustancias novedosas como el arsénico o el acetato de plomo.

Durante el imperio romano, el arte de la Khemeia sufre una grave decadencia y se considera que hasta el 100 a. C. ya no se registra alguna práctica de este arte.

Además, se conoce el miedo que tuvo el emperador romano Diocleciano, quien creyó que el descubrimiento de la transmutación era nocivo para la economía. Este conocimiento podía abaratar el precio del oro y afectar las arcas de su creciente imperio.

No olvidemos mencionar al cristianismo que tenía gran apogeo entonces y que condenaba toda práctica pagana. Se conoce la terrible destrucción de la biblioteca de Alejandría por el año 400 d.C. Así, terminó desapareciendo cualquier influencia griega o egipcia sobre los avances del conocimiento de la materia.

Los árabes y la alquimia

símbolos alquimia
Símbolos en la alquimia

Los antiguos persas tuvieron gran interés en este tipo de conocimiento. Los persas sufrieron el “fuego griego” en sus barcos cuando atacaron Constantinopla en el año 670 d.C. Este fuego griego fue llevado por Callinicus, un practicante de Khemeia.
La palabra Khemeia fue convertida en al-kimiya y finalmente en Europa se adopta la palabra alquimia. Los que practicaban esta arte se llamaban alquimistas.

Toda aquella persona que practicó la química entre los años 300 a.C. y 1600 d.C (casi dos mil años) se le consideró como alquimista. Aún se conservan términos químicos derivados del árabe: alambique, álcali, alcohol, garrafa, nafta, circón y otros.

El alquimista más famoso del mundo musulmán fue Jabir ibn-Hayyan (aproximadamente 760 – 815 d. C.) también conocido como Geber. En sus escritos se describe la obtención de cloruro de amonio y carbonato de plomo. Obtuvo ácido acético a partir de vinagre y ácido nítrico débil.

El mayor aporte de Jabir está relacionado con la transmutación de los metales. Consideraba que el mercurio era el metal por excelencia y el azufre tenía la propiedad de ser combustible. Consideraba que todos los metales estaban formados por mezclas de mercurio y azufre.

Por una antigua tradición se pensaba que existía una sustancia activadora para efectuar estas transmutaciones y era un polvo seco. Los griegos lo llamaban xerion, los árabes la cambiaron por al-iksir, y en Europa finalmente se llamó elixir. Posteriormente, se le nombra en Europa vulgarmente como la piedra filosofal (entonces se consideraba al filósofo como un científico). Esta sustancia tenía propiedades fabulosas y genero dos tendencias en la alquimia: la obtención del oro y curar enfermedades mediante la panacea.

La alquimia en Europa

Los europeos del año 1200 mostraron mucho interés por la alquimia. El primer alquimista europeo importante fue Alberto de Bollstadt, más conocido como Alberto Magno. Este alquimista tuvo interés en los trabajos de Aristóteles, y puso mucho énfasis en el estudio del arsénico.

Otro alquimista famoso fue un monje inglés llamado Roger Bacon (1214-1292). Bacon pensaba firmemente que se necesitaba el uso de las matemáticas para lograr nuevos progresos en la alquimia. Se le atribuye incorrectamente el descubrimiento de la pólvora, el cual es desconocido.

El más importante de los alquimistas medievales solo se le conoce por el seudónimo de Geber, español probablemente que vivió en el año 1300. Él fue el primero en registrar el ácido sulfúrico, como también el ácido nítrico fuerte, los cuales se obtienen de minerales. Se considera entre los hallazgos más relevantes de entonces.

La búsqueda por la transmutación ocasiono la aparición de charlatanes. Por lo que el papa Juan XXII vetaría la alquimia, obligando a los alquimistas a seguir trabajando en las sombras. Siglos de búsqueda de la transmutación (posiblemente ya agotados de escasos resultados), la alquimia adquiere un nuevo rumbo: la salud.

La alquimia y sus conceptos perdurarán varios siglos entre algunos científicos, incluso por Isaac Newton que tenía mucho interés por ella. Se conoce que siempre realizo experimentos, posiblemente buscando una relación real matemática por la cual llegar definitivamente a la transmutación. Nunca obtuvo realmente algo importante, pero su fascinación la llevo por el resto de sus días. Este afecto su salud al contaminarse con los metales pesados, en sus experiencias alquímicas. Newton seguramente sospechaba de la existencia de un gran conocimiento, pero no le tocaría a él descubrirla.

Video: Química y alquimia


Conoce otras etapas de la historia de la química


Cita este artículo

Verne, A. (4 de julio del 2022). Alquimia. Recuperado de Siliseed, el 20 de diciembre del 2024 : https://siliseed.com/alquimia/

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