¿Hasta dónde puede llegar los límites en el arte? Parece que no hay límites, y es esto lo hace un trabajo tan complicado que puede parecer imposible.
Un artista ha usado lo último que la tecnología nos brinda para darnos un espectáculo único, donde ha podido desarrollar una escultura tan pequeña que, puede posar encima de un cabello sin problemas y esto solo puede ser apreciado desde un potente microscopio.
Jonty Hurwitz es el artista responsable que nos muestra hasta donde podemos miniaturizar algo sin perder detalles, como puede ser el caso de la escultura más pequeña del mundo representado en una mujer que no puede ser observada por el ojo humano.
Las esculturas más pequeñas del mundo o nano arte
El artista utilizó la nano impresión 3D para la realización de esta obra, por lo que es la primera vez que se utiliza tecnología de punta en este tipo de proyectos.
Las pequeñas esculturas pueden medir desde el ancho de la mitad de un cabello y se representaron figuras humanas, donde incluso se incluye una famosa escultura de Antonio Canova del año 1793, Cupido y Psique.
Para esto se usó una impresora 3D que emplea un material fotosensible del Institute of Microestructure Technology en el Karlsruhe Institute of Technology, y con apoyo del Weizmann Institute of Science. Se usó una técnica llamada Litografía de láser directo (multiphoton lithography) el cual permitió realizar los detalles de cada escultura gracias al uso de luz densamente congregada.
La galería de imágenes es imperdible, pues sorprende que estas miniaturas solo sean posibles de ver con un microscopio electrónico, esto también explica por qué esas imágenes no tienen color, ya que a ese nivel de tamaño este tipo de instrumentos no puede captar los colores.