Cuando nos referimos a la autonomía de un smartphone o cualquier dispositivo móvil, quiere decir del tiempo que puede tener estos dispositivos sin necesidad de conectarle el cargador. Y esto se ha agravado desde que todo equipo móvil se volvió inteligente, con mucho procesador, memoria RAM y sobre todo pantallas enormes de alta resolución, mientras que la tecnología de almacenamiento de energía está estancado hace ya varios años.
Nosotros ya hemos escrito sobre los cuidados que debemos tener en una batería, además de como debemos usarla para evitar degradarla, porque ya todos notamos que es de las primeras cosas que necesitan cambio.
Aunque la velocidad de renovación de modelos es muy veloz, como el Samsung Galaxy, que está sacando un nuevo modelo cada año en su serie S de alta gama. Muchos terminan renovando sus equipos cada dos o tres años en promedio.
Ni hablar de las tablets y Phablets, que principalmente poseen una pantalla más grande en comparación de un smartphone que llegan casi a 6 pulgadas. Además, las resoluciones de nuevos modelos están llegando hasta 1080×1920 píxeles para el caso del Samsung Galaxy S5, con una alta densidad de puntos por pulgada. Tan alta que el ojo humano ya no diferenciaría mayor densidad.
Además, no debemos olvidar que la conectividad también avanza, como conexiones Banda ancha 4G, Wifi, GPS, etc. que si están activas todas requieren cada vez más energía.
La autonomía de los smartphones con tecnología de hace diez años
La tendencia actual también nos muestra equipos cada vez más delgados, como puede ser el iPhone 6 que llega a tener 6.9 mm.
Todo está perfecto, la tecnología sigue su camino imparable con hardware cada vez más poderoso y de tamaños reducidos, si bien estos componentes se fabrican con capacidades de bajo consumo de energía, la sumatoria de todas logra mermar a una batería limitada con una tecnología de hace más de 10 años.
Hoy, en el mejor de los casos, los usuarios no tan intensivos, logran que una carga les pueda durar todo el día para finalmente deja recargar en la noche, mientras tengan una saludable batería.
Existen baterías externas o recargadores USB para ampliar la capacidad de dispositivos móviles, lo que nos indica que los usuarios no están satisfechos con la autonomía de toda la fauna de equipos táctiles.
Los fabricantes se empeñan en diseños más ergonómicos y elegantes, cuando daña seriamente la autonomía al no usar baterías más grandes, dada sus limitaciones.
No existe una alternativa con más batería, al menos no en modelos populares. Los mal pensados supondrán la conspiración de la obsolescencia programada, por el cual desean que sus productos tengan un tiempo de vida, para que nuevamente los clientes compren el siguiente modelo.
El siguiente gran paso de la tecnología móvil no será el procesador de 16 núcleos o los terabytes de espacio disponible, ni pantallas enormes o altas resoluciones. Será cuando mejore mucho la autonomía con baterías de mayor capacidad, las cuales nos vuelvan a la época de móviles con pantallas monocromáticas, que podían estar días sin necesitar una recarga.